Los forros polares para mujer son ideales para completar tu vestuario en los días que vas a esquiar pero el frío no es extremo. Su capacidad aislante se convierte en una barrera infranqueable para las corrientes y el frío exterior, de manera que podrás conservar tu calor interior sin sentirte presionado por una prenda pesada. La ligereza de los polares es absolutamente confortable y fácil de transportar.
Apuesta por uno de éstos justo encima de una camiseta interior térmica, pantalones y calcetines gruesos. Pero también puedes utilizar el forro polar en un outfit de calle junto con unos pantalones que abriguen junto a una camisa o una camiseta. Cálzate unas botas de trekking para prevenir posible caídas si hay hielo en la calle y disfruta de la calle también en invierno.
¿Como escoger el forro polar para mujer adecuado?
Un truco muy común para escoger la ropa adecuada para outdoor es el famoso sistema de las tres capas. Para las actividades outdoor se aconseja ir vestido por capas. Esto da una mayor efectividad y versatilidad, ya que permite adaptarse mejor a los posibles cambios de temperatura o condiciones meteorológicas.
Al contrario que en las primeras capas, las segundas capas no deben ir ajustadas al cuerpo ya que deben permitir la circulación del aire caliente (calor) que genera el cuerpo para ayudarnos a mantenernos en una temperatura óptima. Las primeras capas podrían ser la ropa interior térmica y las capas superiores las sudaderas o las chaquetas de trekking.
Algunas de las características de estas capas son:
- Retención del calor corporal
- Evacuación del sudor
- Peso y volumen muy reducido
- Repelencia al agua (no impermeables)
En el caso de los forros polares es más conveniente utilizar los de fibras, ya que resultan mucho más ligeros y transpirables. En función de la temperatura en la que hacemos la actividad, escogeremos un tipo de espesor de fibra. Generalmente, los polares se clasifican en 100, 200 y 300 gr/cm2.